lunes, 16 de diciembre de 2013

MENTIRAS POPULISTAS

ENTRE COLUMNAS

MENTIRAS POPULISTAS

En medio de las representaciones histriónicas e histéricas provocadas por la destitución del alcalde de Bogotá, se han venido repitiendo varios argumentos que, aparentemente poseen fondo jurídico, sobre todo por el respaldo que reciben de profesionales que algunos reconocen por ser expertos en temas de esa índole.

Movido por la curiosidad, aguijoneado por el sabor político y sobre todo dramático que se la ha puesto al tema, pero más que nada sorprendido por los niveles de victimización a los que se ha rebajado el protagonista de esta novela, me tome el trabajo de revisar algunos de los conceptos que, de boca en boca, recorren las calles, sin beneficio de inventario, así que veámoslos:

A. El procurador no tiene facultades para sancionar al alcalde de Bogotá

Una mentira de cabo a rabo (la más grande de todas). La Constitución Política de Colombia, en su artículo 277, Funciones del Procurador, señala lo siguiente: El Procurador General de la Nación, por sí o por medio de sus delegados y agentes, tendrá las siguientes funciones: 6. Ejercer vigilancia superior de la conducta oficial de quienes desempeñen funciones públicas, inclusive las de elección popular; ejercer preferentemente el poder disciplinario; adelantar las investigaciones correspondientes, e imponer las respectivas sanciones conforme a la ley.

O sea que el criticado funcionario si tenía, y tiene, la facultad de ejercer vigilancia sobre el alcalde de Bogotá.

B. Existe una norma constitucional que concede al Presidente de la República la facultad de ser él y solo el quien puede destituir al alcalde de Bogotá.

Dice la sabiduría popular que verdades a medias son completas mentiras, y en este caso, este refrán se aplica con amplitud, ya que si existe una norma que señala eso, y se las transcribo: “En los casos taxativamente señalados por la ley, el Presidente de la República suspenderá o destituirá al alcalde mayor.” Artículo 323 de la Constitución Política de Colombia, inciso 6

Como el tema es jurídico, los que sean abogados podrán explicarles que taxativamente quiere decir expresamente, y por ello me di la tarea de buscar la norma que señalara de forma expresa y clara los casos en que correspondería al presidente destituir al alcalde y para mi sorpresa encontré lo siguiente:

Decreto Ley Nro. 1421 de 1.993 Estatuto Orgánico de Bogotá, el cual trascribo en lo que nos atañe: "Artículo  44. Destitución. El Presidente de la República destituirá al Alcalde Mayor:

1. Cuando contra él se haya dictado sentencia condenatoria de carácter penal.
2. Cuando así lo haya solicitado el Procurador General de la Nación, y
3. En los demás casos previstos por la Constitución y la ley."

Para nuestro estudio, interesa el numera 2 y ese texto lo que dice, con claridad meridiana, es que el alcalde será destituido por el presidente, pero a solicitud del procurador, lo cual simple y llanamente significa que, una vez en firme la resolución de destitución, el Procurador General de la Nación deberá solicitar la destitución del alcalde al Presidente de la república, quien simplemente dará cumplimiento al la sanción impuesta.

C. La justicia internacional puede intervenir en el asunto

Otra verdad a medias, porque si bien es cierto Colombia está sometida a la jurisdicción internacional, para este caso concreto a la Corte Interamericana de Derechos Humanos, el destituido alcalde primero debería acudir a la Comisión Interamericana, para que esta presente su caso a la Corte, la cual solo podrá intervenir cuando se hayan agotados los recursos internos; claro está que esta comisión puede solicitar a la Corte Interamericana de Derechos Humanos que tome las medidas provisionales que considere pertinentes en asuntos graves y urgentes que aún no estén sometidos a su conocimiento, cuando se haga necesario para evitar daños irreparables a las personas.

Pero, según palabras del secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza: "En el caso de condena de cargo político, probablemente lo mejor que puede hacer la Comisión es ver el tema de fondo ya que no existen muchos precedentes de medidas cautelares en esos asuntos", y agregó:  la CIDH "tiene que decidir" si concede las medidas, pero aclaró que estas se suelen adoptar ante "la posibilidad de un daño irreversible", como serían la pérdida de la libertad o el peligro para la vida.

Entonces no es tan evidente, como nos lo muestran algunos, que la justicia internacional, de forma “inmediata y contundente” vaya a obligar al Procurador a cambiar su posición, aparte que la responsabilidad caería en cabeza del Estado y no de un funcionario.

D. La sanción impuesta es excesiva 

El problema en este punto es que la falta sancionada fue calificada como gravísima por el organismo de control, y para estos casos, la sanción aplicable es la Destitución e inhabilidad general (artículo 44, Ley 734 de 2002), inhabilidad que será de diez a veinte años, (art. 46 misma norma).

Entonces, viendo los márgenes de la inhabilidad, la sanción impuesta no fue ni el máximo ni el mínimo de dicha sanción y como cada proceso es independiente, de nada sirven las comparaciones que algunos pretenden presentar como prueba del supuesto abuso.

Ya a estas horas, el Ministro de Justicia ha anunciado que el presidente se limitara a ejecutar la decisión del Procurador, lo cual me indica que por fin el gobierno está atendiendo la letra de la ley, y dejó de escuchar los alaridos de dolor de un funcionario prepotente que se llegó a considerar intocable; y si por algún motivo esta decisión se revirtiera, siempre quedaríamos con la sensación de que los recursos de ley funcionan mejor cuando se acompañan de plañideras profesionales.

Y que esta actitud de un funcionario que ahora pretende esgrimir su condición de desmovilizado como argumento de defensa, léase victimización, sirva de ejemplo de lo que nos puede venir desde La Habana, de manos de unos guerrilleros que en nada se parecen, por su grado de criminalidad, al antiguo M-19, movimiento que en su momento demostró un alto grado de intelectualidad, dentro de los parámetros de su lucha armada, diferente a los niveles de barbarie demostrados por las FARC.

FABIAN VELEZ PEREZ
velezperez@operamail.com

DICIEMBRE 2013

lunes, 9 de diciembre de 2013

FALACIA POPULISTA

ENTRE COLUMNAS

FALACIA POPULISTA

Hace pocas horas, el Procurador General de la Nación hizo pública su decisión de sancionar con destitución al alcalde de Bogotá, y de inmediato surgieron los argumentos baladíes para tratar de deslegitimar esa decisión.

No comparto integralmente el contenido de la manifestación del ente sancionador, pero sí tengo claro que es esa la autoridad legítima para acometer la desagradecida labor de colocar en su sitio a aquellos que, valiéndose de las necesidades del pueblo, fabrican un falso telón de fondo para que les permita cometer arbitrariedades.

Pero como aquí me referiré a las banales manifestaciones de la defensa, nada más ridículo que argumentar que un funcionario de elección popular no es susceptible de ser disciplinado por el ente constitucionalmente previsto para ello.

Defender esa posición, y hay que ver que más de un abogado lo repite como loro sin darse cuenta de lo absurdo de su dicho, es lo mismo que decir que el voto popular legitima los actos absolutistas por el solo hecho de haber elegido al funcionario de turno que lo comete.

No sé si alguno tenga memoria histórica, pero debo recordarles que Hitler llego al gobierno de Alemania por las urnas y no por la armas, y lo primero que hizo al ejercer el cargo de canciller fue restarle poder a lo organismos de control o, en su defecto, poner en cabeza de ellos a funcionarios adeptos a su ideología, lo cual tuvo como consecuencia que desapareciera el equilibrio entre las diferentes ramas del poder público, que en la democracia moderna deben llevar a cabo el juego de pesos y contrapesos que impidan que una sola rama maneje todo el árbol.

Pues bien, lo que en este momento ocurre, al manifestar los seguidores del sancionado alcalde, que el ente investigador no tiene legitimidad para actuar frente a los funcionarios electos, no es más que una falacia populista de la más baja estopa, diseñada con el único fin de alimentar a las masas.

Porque si ustedes leen entre líneas el contenido de los discursos que a esta hora resuenan a pocos metros del balcón que hiciera famoso Don José Acevedo y Gómez, encontraran que nadie, absolutamente nadie, se refiere a las conductas que en desmedro del interés público, supuestamente realizó el arbitrario burgomaestre.

¿Dónde está el análisis jurídico de los defensores del sancionado? ¿Dónde están las pruebas que controviertan el dicho del procurador? ¿Dónde están los argumentos que destruyan la teoría del caso disciplinario? Al parecer no existen; simple y llanamente se realiza un escándalo público que sirve de nutriente a aquello que están dispuesto a oír y repetir cualquier cosa que parezca realidad, así el sentido común opine otra cosa.

FABIAN VELEZ PEREZ
velezperez@operamail.com


DICIEMBRE 2013

martes, 29 de octubre de 2013

FARSA MAGNA

ENTRE COLUMNAS

FARSA MAGNA

Un juez invoca a Dios al dictar su fallo y adorna la sala de audiencias con imágenes religiosas, un concejo municipal institucionaliza lecturas religiosas al inicio de sus sesiones, una entidad del orden nacional invita a actos religiosos, entidades públicas construyen capillas en su interior con dineros públicos.

Los anteriores son ejemplos de algunas de las practicas que al interior del Estado colombiano se han convertido en recurrentes y que son interpretados, por quienes los defienden, como algo sin importancia, que no hace daño a nadie y además, de forma prepotente, afirman que quien no quiera participar, que se aparte.

Pero, ¿realmente son intrascendentes? No lo creo y particularmente considero que atentan contra el principio de laicidad del Estado y aun peor, atentan contra el principio de no discriminación, principios ambos regulados y establecidos por nuestra Constitución Política.

Veamos otro ejemplo de violación de la laicidad del Estado: El día internacional de los Derechos Humanos se celebra a nivel mundial el 10 de diciembre de cada año, debido a que en esa fecha, en el año 1948, fue adoptada la Declaración Universal de los Derechos Humanos por parte de la Asamblea General de las Naciones Unidas, misma que en 1950, insto a todos los estados miembros de esa organización a conmemorar esa fecha como día de los Derechos Humanos; sin embargo, Colombia lo celebra el 9 de septiembre, en honor de un santo de la iglesia católica, y como podrán imaginarse, se hace una misa católica para conmemorarlo.

A este respecto, la Corte Constitucional señalo, en Sentencia C-817 de 2011 que: "El Estado tiene prohibido, por mandato de la Constitución (i) establecer una religión o iglesia oficial; (ii) identificarse formal y explícitamente con una iglesia o religión o (iii) realizar actos oficiales de adhesión, así sean simbólicos, a una creencia, religión o iglesia. Estas acciones del Estado violarían el principio de separación entre las iglesias y el Estado, desconocerían el principio de igualdad en materia religiosa y vulnerarían el pluralismo religioso dentro de un Estado liberal no confesional. No obstante tampoco puede el Estado (iv) tomar decisiones o medidas que tengan una finalidad religiosa, mucho menos si ella constituye la expresión de una preferencia por alguna iglesia o confesión; ni (v) adoptar políticas o desarrollar acciones cuyo impacto primordial real sea promover, beneficiar o perjudicar a una religión o iglesia en particular frente a otras igualmente libres ante la ley. Esto desconocería el principio de neutralidad que ha de orientar al Estado, a sus órganos y a sus autoridades en materias religiosas."

Como pueden ver, todos los ejemplos ya señalados, violan de manera franca la doctrina constitucional y ponen en entredicho la libertad religiosa de cada uno de los ciudadanos, pues en muchos casos, estos se ven obligados a soportar expresiones religiosas que les son ajenas y que no comparten, pero se someten a ello, pues la velada imposición proviene de los propios representantes del Estado, que se supone, deben velar, precisamente, porque ese tipo de situaciones no se den.

Peor aún, en muchísimos casos, se ha obligado a particulares e incluso a funcionarios, a retirarse de un recinto por llevarse a cabo una invocación o acto religioso. Y no me digan que invitar, al que no comparte dicho abuso, a salir del lugar, no es un acto discriminatorio. Lo es, por la sencilla y llana razón que, si yo tengo derecho a estar en un sitio, no se me puede coaccionar a irme, por el ridículo capricho de practicar una ceremonia de un culto en particular.

Pero, ¿que pasaría si algún ciudadano reclamara la igualdad de trato hacia el culto de su preferencia? ¿Estarían dispuestos estos mismos funcionarios a permitir una ceremonia de otra religión que sea minoritaria? Lo dudo mucho, porque un rasgo característico del que en materia religiosa discrimina, es desconocer la verdad de las demás creencias, pues olvidan que cada religión, en el fondo, es una verdad, pues  la fe aporta el ingrediente fundamental de la religión, que es considerar verdad aquello en lo que creemos, sin importar que no tengamos prueba alguna al respecto.

Así las cosas, la laicidad del Estado Colombiano no pasa de ser teórica o retórica, un simple deber ser, que sus mismo representantes incumplen, convirtiendo los principios de la Carta Magna en una Farsa Magna


FABIAN VELEZ PEREZ
velezperez@operamail.com

OCTUBRE 2013

martes, 8 de octubre de 2013

MAGIA SABANERA

ENTRE COLUMNAS

Magia sabanera

En días pasados acudí a las fiestas de corraleja del municipio de Sabanalarga, donde aún se vive con plena intensidad esa muestra, trágica para muchos, alegre para otros, de lo que es el folclore de las sabanas del antiguo y gigantesco departamento de Bolívar, hoy repartidas con Sucre y Córdoba.
Al doblar una esquina, me encontré de frente con una cantina de esas típicas de las poblaciones de la región, en donde una docena de contertulios, ataviados con las ropas tradicionales, incluido el infaltable sombrero vueltiao, departían, al son de una tonada que hacía muchos años no escuchaba; era “Me voy para la luna” de autoría de Joaquín Pizarro Vidal.
Este trovador nació en el  corregimiento de Flor del Monte, municipio de Ovejas, Sucre, en 1925; reconocido poeta, cuentista y compositor de nuestra música popular colombiana. Fue autor de importantes obras en prosa y verso, entre las que sobresalen La muerte del Gamonal, Cuentos de verdad verdad, Siempre que llega diciembre, La promesa de la argolla, Añoranzas; Gertrudis el jornalero y por supuesto, Me voy para la luna.
Conocí a este bardo hacia el final de la década de los años 80, gracias a que uno de sus hijos, Leonidas Pizarro, era muy cercano a uno de mis tíos paternos. Una noche de vacaciones decembrinas, estando en la puerta de la casa de mis abuelos en la calle Chacuri en Sincelejo, siendo ya bastante tarde, apareció Leoniditas con ganas de tomar trago y nos llevó a donde su padre, quien de inmediato mando a hacer un sancocho y amenizo el rato con su guitarra.
Fue algo inolvidable ver y oír a este personaje; sentir el amor con que entonaba las canciones de su autoría, palpar como improvisaba versos y como, en medio de la parranda, con aire desenfadado, se burlaba de la realidad política nacional.
Basta con releer la letra de la canción que hiciera famosa Lisandro Meza[i] para darse cuenta que nuestra realidad actual, es distinta, pero igual, a la de hace 40 años, cuando este poeta sabanero la escribió:
Me voy para la Luna
me voy para la Luna
me voy para la Luna
a buscar fortuna.

Como en la luna no habrá
Ospinas, Rojas ni Lleras,
ni López, Turbay ni Gómez
María Eugenia o Doña Berta.

Consigo grapa y alambre
y me voy a tirar cerca
pues yo creo que por ahora
por allá no llega Incora.

El escuchar de nuevo esa canción, revivió en mi memoria esa noche parrandera, cuando por vez primera entré en contacto con lo que era la tierra de una parte de mis ancestros, en un departamento que, en ese momento, aún era joven, cuando las cedulas de sus habitantes todavía señalaban a Sincelejo como parte de Bolivar
Y mirando a los señores de la cantina de Sabanalarga, disfrutar de esa canción, y entre risas burlarse de la política actual, me convencí de que no hemos avanzado nada y que si acaso alguien afirma lo contrario, es porque no se ha percatado que hemos andado en círculos, para volver al mismo sitio de donde nunca hemos podido alejarnos.
Es que causa gracia ver que los apellidos no han cambiado, que los protagonistas de nuestro universo político no son muy diferentes, y si quien lee no sabe que era el Incora[ii], no se preocupe, que ya no existe, siendo reemplazado por otro ente, distinto, pero igual.
Pero la chispa de este compositor no se limitó, en esa canción, a nuestro medio, pues también miró hacia el mundo, en una época en que no había internet y la aldea global[iii] era apenas una mera referencia intelectual y no una palpable realidad:
Sé que en la Luna no habrá
fronteras con Venezuela,
ni asociaciones de usuarios
ni campesinos sin tierra.

Ni rusos esclavizando,
ni chinos buscando guerra,
ni gringos queriendo ser
los mandamás en la esfera.

Pues bien, después de escuchar esta tonada, me metí a la red a ver que era de la vida del genial autor, y con dolor descubrí que había fallecido en el 2011. Me invadió un sentimiento de culpa pues jamás lo volví a ver después de aquella noche, muy a pesar que coincidí muchas veces con su hijo, tanto en Bogotá como en Sincelejo, y aunque siempre preguntaba por el, no me tome el trabajo de visitarlo, y ya era muy tarde,
Curiosamente, la información sobre su fallecimiento la encontré en un blog mexicano. Si, solo la prensa regional cubrió la noticia de su muerte, y esta dio la vuelta al mundo de la mano de páginas extranjeras, pues parece que en nuestro país, cada día se olvida mas a los cultores de lo propio, reemplazándolos por figuras comerciales, nacionales y foráneas, que nada aportan a nuestra cultura, siendo meros productos de reventa, con letras intrascendentes y mensaje reprobable. Olvido por lo nuestro y desconocimiento de lo autóctono, más valorado en el extranjero que en nuestros lares.
Fue así, en una esquina de Sabanalarga, en medio del ambiente de unas corralejas, que la fibra de mi ser volvió a vibrar con el amor por lo autóctono, por nuestra identidad regional, una identidad que, golpeada duramente por una colonización cultural, tanto extranjera como interiorana, está siendo desplazada inmisericordemente.
Y de nuevo sentí en mis mejillas el frescor de la brisa nocturna, percibí el olor del sancocho, y escuche de nuevo esa voz que, con ritmo acompasado, me mostraba que la sabana era un espacio con identidad propia, donde sus hijos, sin olvidar sus raíces y su entorno, eran conscientes del universo en que les tocaba vivir.
Porque si uno sabe cómo y dónde mirar, lugares como Sabanalarga se convierten en una ventana a una sociedad distinta, donde hay valores distintos, vestidos distintos y comidas distintas, donde aún se escuchan los versos de Joaquín Pizarro, pero que poco a poco está desapareciendo, absorbida por una mal entendida modernidad, que borra de un plumazo todo aquello que sea diferente y no se amolde a lo general.



FABIAN VELEZ PEREZ
velezperez@operamail.com

OCTUBRE 2013



[i] Lisandro Meza (El Piñal, Los Palmitos, Sucre 26 de septiembre de 1939) es un acordeonista, músico y cantante colombiano. En sus más de 50 años de carrera musical ha grabado más de 110 discos en diferentes ritmos; desde la tradicional cumbia, el porro, paseo y vallenato.
[ii] Instituto Colombiano de la Reforma Agraria. INCORA institución del Estado Colombiano encargada de promover el acceso a la propiedad rural y su ordenamiento social, ambiental y cultural para propiciar el desarrollo productivo sostenible de la economía campesina, indígena y negra, mediante la redistribución democrática de la propiedad, la conformación de empresas básicas agropecuarias y el fomento a los servicios complementarios de desarrollo rural. Creado en 1960, fue suprimido en 2003
[iii] El término fue acuñado por el sociólogo canadiense Marshall McLuhan. El concepto aparece varias veces en sus libros The Gutenberg Galaxy: The Making of Typographic Man (1962) y Understanding Media(1964) y probablemente se haya popularizado a partir de estos. En 1968, McLuhan lo utilizó en el título de su libro Guerra y paz en la Aldea Global. McLuhan se refiere a la Aldea global como un cambio producido principalmente por la radio el cine y la televisión, medios de comunicación audiovisual que difunden imágenes y sonidos de cualquier lugar y momento y ocupaban un espacio cada vez más importante en el hogar y la vida cotidiana,

domingo, 21 de julio de 2013

LA GLORIA LLEGA EN BICICLETA

ENTRE COLUMNAS

LA GLORIA LLEGA EN BICICLETA

Hoy, cuando un colombiano reverdece los laureles del ciclismo nacional, la maquina del tiempo instalada en mi cabeza me traslada 30 años atrás y me hace paladear nuevamente la euforia por un deporte que, en principio me era desconocido.

A principios de los años 80, siendo aún un niño, vivía en la ciudad de Bogotá; lejos quedaba mi ardiente costa caribe y más lejos aún quedaban los triunfos de nuestros boxeadores y beisbolistas, quienes ya figuraban a nivel internacional.

En la paramuna capital esos logros no eran muy reconocidos y eran visto como algo distantes, lejanos y difusos; en pocas palabras, el altiplano cundiboyacense no los sentía como suyos, como si pertenecieran a otro país, a otro mundo.

Los héroes deportivos de esa región pertenecían a una disciplina distinta y aunque compartían con mis primeros ídolos su origen de pobreza y necesidades, eran mirados con mayor aprecio por el ciudadano común, el de ruana, pues estos últimos se identificaban con ellos.

Era una época difícil, donde aún existía mucha discriminación, donde de Boyacá se decía que solo producía tres cosas: Papa, policías y empleadas domésticas; pero había algo más que esa tierra producía de forma natural, y eran (y son) los ciclistas.

En ese entorno comencé a escuchar la radio y aprendí a conocer los héroes que, montados sobre dos ruedas, hacían sonar el nombre de Colombia en las carreteras del mundo, y aunque el mítico Cochise ya había partido a Europa, a mí no me decía mucho, pues no viví sus triunfos.

En ese momento de mi vida, nuestros ciclistas eran vistos con respeto en toda América latina y el Caribe; aun no se nos mencionaba en el norte y muy poco en Europa, pero ya éramos asiduos visitantes exitosos en la Vuelta al Táchira, Vuelta a Costa Rica, Rutas de México, Vuelta a Guadalupe, Vuelta a Martinica y una muy especial: la Vuelta Chile, prueba que menciono porque fue en esas tierras australes donde surgió el apodo que distingue a nuestros pedalistas, el de Escarabajos.

Hacia 1982 ya me había convertido en un experto en materia de ciclismo y además, toda la región vibraba con los triunfos de esos menuditos campesinos, surgidos de las veredas mas desconocidas de los andes, quienes con sacrificio lograban derrotar a figuras del ciclismo aficionado en toda competencia donde se hacían presente. Carrera amateur que se respetara tenía que contar con un equipo de escarabajos presto a dar el espectáculo en cuanto las carreteras se inclinaran.

Mi corredor favorito era José Patrocinio Jiménez, oriundo de Ramiriquì, y quien lideró la primera excursión colombiana al Tour De Francia, en 1984; el viejo Patro, como le decían, ya había sido figura en pruebas aficionadas en Europa y con Alfonso Florez, habían derrotado a las estrellas de Europa en pruebas de una semana, pero ahora se enfrentaban a la máxima exigencia de las pruebas por etapas, y en sus maletas llevaban las ilusiones de todo un pueblo.

En la región central, a los obreros de la construcción, desconozco porque motivo, se les llama “rusos”, y ese era Patrocinio, un “ruso” que había cambiado el palustre por una bicicleta y se había abierto camino por todo el continente a punta de pedalazos.

Recuerdo perfectamente cómo se formó el equipo, como comenzaron a recorrer carreteras del altiplano con el uniforme que los distinguía; recuerdo haber visto pasar frente a mi colegio a un grupo de ellos, y como, en medio del recreo de la mañana, todos los estudiantes suspendieron sus juegos para ver el fugaz paso de los héroes de la bielas a quienes casi ni el rostro conocíamos, solo sus nombres, porque aún eran los tiempos de la radio y la televisión era una aventura por descubrir.

Y entonces viví, con muchos otros de mi generación, las carreras de Europa; nuestros héroes se batían de tú a tú con las figuras mundiales. Si, esos campesinos boyacenses y cundinamarqueses, santandereanos y paisas, que apenas veían un micrófono saludaban a su mama, podían pelear carreras en Europa, podían humillar a los ciclistas que considerábamos de otro mundo y lo que era aún mejor, podían ganar, si, GANAR, en mayúsculas.

La victoria de Patro en el Tourmelet, la cima principal del Tour de Francia de aquel año, encendió una euforia como nunca había vivido y que tal vez nunca se vuelva a sentir de igual manera, pues hoy, con un compatriota triunfando en carreteras de Europa, he revivido muchas de esas emociones, pero jamás he vuelto a sentir aquellas sensaciones de despertar a las 6 am, prender el radio y descubrir que un escarabajo estaba liderando la etapa, alcanzando la gloria sobre una bicicleta

FABIAN VELEZ PEREZ
velezperez@operamail.com

julio 2013

ORDEN URBANO

ENTRE COLUMNAS

ORDEN URBANO

Uno de los elementos necesarios para que una ciudad progrese, de forma coherente y ordenada, es el orden.

El orden urbanístico va mas allá de trazar vías o delimitar manzanas; implica una coherencia en el desarrollo urbano, que conduce a que la ciudadanía identifique plenamente las zonas de la ciudad y la forma de acceder a ellas, facilitando los medios de transporte y las vías necesarias para tal efecto; todo esto debe ir aparejado con la certeza de que las sociedades son cambiantes y la ciudad debe adecuarse a las nuevas necesidades sociales.

Nuestra ciudad, en la época actual, tiene una carencia absoluta de todos estos elementos, y vallamos por partes para verlo claro:

Comencemos por señalar que en Barranquilla se da un fenómeno generalizado de irrespeto al sector residencial. En cualquier esquina surge un negocio o tienda de barrio, una taberna , un almacén, una discoteca o un restaurante, sin que nadie diga nada al respecto.

De esa forma han sido colonizados, por el sector comercial, muchas zonas de la ciudad que estaban en principio, destinados y diseñados como residenciales, sin que se tengan en cuenta las necesarias vías de acceso o los espacios de parqueo. Así las cosas, se presenta una lucha constante entre las familias que residen en el sector y los comerciantes que, de forma inmisericorde, convierten las vías laterales en su parqueadero privado, luego de adecuar y agotar los andenes para tal fin.

Y ya que mencionamos el parqueo, nuestra ciudad es el mayor parqueadero a cielo abierto del país. El ciudadano conductor parece entender que el anden esta diseñado y sirve para tal fin y ninguna autoridad parece apersonarse de este hecho, habiendo sectores donde incluso, los andenes son utilizados por compraventas de vehículos como salas de exhibición y ventas.

A eso debemos agregar que cualquier calle de la ciudad, de un momento a otro, se convierte en taller de mecánica, en donde llegan los vehículos y tranquilamente, son abiertos, desarmados y vueltos a armar.

De los vendedores ambulantes ni hablemos; toda esquina es buena para montar un negocio, ocupándose el espacio destinado a los transeúntes, y en algunos casos, hasta la propia calle, dándose apenas ocasionales e intrascendentes intentos de la autoridad para remover los ilegales ocupantes.

En los andenes se montan restaurantes, con cocina de gas incluida, sin las medidas higiénicas mínimas y con un alto riesgo para la ciudadanía, dados los elementos necesarios, pipetas de gas, para cumplir su labor.

En cuanto a los semáforos, estos se convirtieron en un centro de asistencia social, en donde cada quien acude con su particular lamento a pedir dinero, y hasta se enojan si no se les da.

Que quede claro algo; no pretendo desconocer las necesidades sociales, sino simplemente señalar que esa no es la forma ni el lugar para pretender subsanar esas falencias.

Pero en donde falla en mayor extensión nuestro desarrollo urbano es en las vías y el transporte publico.

Muy a pesar del proyecto Transmetro, se presenta una resistencia, que algunos llaman inercia social, al cambio. A muchos no les gusta que los buses paren en sitios predeterminados, y pretenden que continué el obsoleto sistema de transporte urbano que imperaba de forma exclusiva, con el tema de los relojes y sin paraderos.

Finalmente tenemos que esta ciudad hace rato desbordo la capacidad de sus calles, al punto que es una verdadera tortura, a ciertas horas del día, ir del centro al norte y viceversa . No tenemos vías rápidas que faciliten la circulación y, cuando hay una vía mas menos expedita, no falta el conductor que se para a conversar con alguien en una esquina, o a comprar cigarrillos, sin preocuparse por que esta obstruyendo el trafico.

De esta forma, no podemos pretender que, como conglomerado, se nos respete a nivel nacional, pues la imagen que transmitimos es de desorden y desidia, lo cual, lamentablemente, parece ser cierto.

FABIAN VELEZ PEREZ
velezperez@operamail.com


Noviembre 2011

NAVIDAD

ENTRE COLUMNAS

NAVIDAD

La celebración del 25 de diciembre, por lo menos en el mundo cristiano, esta lleno de símbolos alegóricos y por ello, es bueno recordar que el cristianismo, en sus diferentes vertientes, nutrió su tradición, desde sus orígenes, en muchas costumbres paganas, que fueron tomadas de las regiones y culturas que la nueva fe iba colonizando.

La propia palabra Navidad procede del latín nativitas, que significa nacimiento. Esta fiesta era la del solsticio de invierno, el 21 de diciembre, día más corto del año en el hemisferio Norte, que señala el punto de partida del renacimiento del sol, pues a partir de esa fecha los días, poco a poco, tendrán mas presencia del astro rey.

Los romanos la llamaron la fiesta del Sol Invictus, ya que la luz solar derrotaba a la oscuridad, lo cual es fácilmente asociable con la victoria del bien sobre el mal. Así, los romanos iniciaban el 25 de diciembre una celebración de 12 días que culminaba el 6 de enero, en donde se realizaban banquetes nocturnos y se intercambiaban regalos.

Esta breve descripción de las fiestas romanas es evidentemente muy parecida a nuestras actuales tradiciones navideñas.

Pero, ¿cómo una fiesta romana se convirtió en la navidad que conocemos? En el año 354, la entonces naciente iglesia cristiana, fijo como fecha de nacimiento de Jesús el 25 de diciembre, haciéndolo coincidir con las fiestas paganas, para de esa forma apropiar para la fe dicha celebración y poder tomar posesión del espacio religioso.

Si esto le suena descabellado a usted, amigo lector, simplemente tómese el trabajo de averiguar en la Biblia cuando fue realmente el nacimiento de Jesús y se encontrara mas de una sorpresa.

Pasando a otra tradición navideña, tenemos el árbol de navidad, elemento de origen eminentemente nórdico, que era utilizado como símbolo del dios frey, figura que representaba la lluvia, el sol naciente y la fertilidad, y reunía una serie de creencias entre las cuales se destaca que la copa del árbol representa el cielo, paraíso o valhalla y sus raíces el infierno.

Sin embargo, mas allá del origen de los símbolos navideños, sean estos paganos o cristianos, está el espíritu que acompaña estas fechas.

Desde tiempo inmemorial esta época del año se asoció con alegría, felicidad, progreso y cambios, con buenas obras y reunión familiar, haciendo que la temporada decembrina sea la  mas esperada del año para muchos, ya sea porque la navidad representa un punto alto en su creencia religiosa, o porque simplemente representa la época de descanso luego del arduo trabajo de todo el año.

Aparte de ello, indistintamente para todos, la navidad representa esperanza, y asociada con el nacimiento de Jesús, brinda a la cristiandad la seguridad que Dios no se ha a olvidado de nosotros.
Por todo esto, y aparte de su origen, debemos tomar estos días con la mayor alegría, albergando en nuestros corazones la esperanza de que las cosas pueden ser aun mejores y que el futuro será promisorio.

Así que, para todos, una feliz navidad, un feliz solsticio o simplemente el deseo que vuestras vidas sean mas felices y prosperas.

FABIAN VELEZ PEREZ
velezperez@operamail.com


diciembre 2011

MATRIMONIO HOMOSEXUAL

ENTRE COLUMNAS

MATRIMONIO HOMOSEXUAL

La sociedad occidental, tras siglos de luchas políticas y sociales, ha moldeado unos principios de igualdad y libertad que se pregonan naturales, universales, irrenunciables e inalienables.

Característico de ese desarrollo evolutivo de derechos es que, una vez abierta una puerta, es imposible volver a cerrarla. Entre esas puertas abiertas se encuentran la libertad y la igualdad y, como en cualquier tragedia griega, en donde ninguna felicidad es eterna y ningún privilegio es absoluto, al abrir esa puerta, pasaron por ella ciertos pequeños demonios que inmediatamente comenzaron a danzar a nuestro alrededor, quitandole el sueño y la tranquilidad a quienes los liberaron.

Me refiero a la igualdad de derechos de la comunidad homosexual frente a la Ley, pero sobretodo, frente a la sociedad en general.

El ultimo fallo de la Corte Constitucional al respecto, dio vía libre al matrimonio entre personas del mismo sexo, pero curiosamente, olvidó mencionar que el reconocimiento y, entre comillas, legalización de estas situaciones de hecho, que hace rato se vienen dando en nuestro medio, no era el fin del camino, sino apenas el comienzo de la jornada.

Por que una cosa es decir que existe el matrimonio homosexual, y otra, mas delicada, es el cumulo de derechos que nacen del reconocimiento legal de esa unión de pareja, tales como la posibilidad de solicitar inseminaciones in vitro, adopciones, abortos terapeuticos y toda una gama de posibilidades legales que nadie se imaginaba.

¿Podrá una pareja mujer-mujer solicitar a su EPS que una de ellas sea fertilizada in vitro?, ¿la obligamos a que acceda carnalmente a un varón para poder procrear? Y una vez embarazada y nacido el fruto del acceso carnal,¿quien es legalmente el padre? Por que recuerden que según nuestra legislación actual, el hijo de mujer casada se presume del esposo, pero como lo que tiene es esposa, ¿a quien demandamos por inasistencia alimentaria?

Ahora miremos el caso de una pareja hombre-hombre: ¿tienen derecho a solicitar un menor en adopción?, ¿podrá el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar negar esa adopción sin incurrir en discriminación? ¿se les da en adopción una niña o un niño?.

Ni hablemos del caso en que dos menores, ambos homosexuales, deseen contraer matrimonio ¿puede negarseles ese derecho?

Como ven, desde el punto estrictamente legal, el asunto da para que los tratadistas nos regalen varios tomos, para que la jurisprudencia abra nuevos campos de estudio y las facultades de derecho establezcan cátedras especializadas.

Y eso es lo de menos, por que el real problema surge de la aceptación o rechazo social que esas situaciones generen, así como el impacto que reciban los menores de edad que estén de por medio, o es que nadie se ha preguntado ¿que pensara un niño criado por una pareja homosexual al descubrir que los padres de sus compañeros son de sexos diferentes?

No es una idea fácil de digerir, por que muchos de nosotros, padres de familia, nos veremos avocados a compartir y departir con padres homosexuales en los colegios. Y entonces surgen mas interrogantes: ¿mandaremos a nuestro hijo a hacer las tareas en la casa del compañero cuyos padres son hombre-hombre?, ¿y a nuestra hija donde los padres sean mujer-mujer?

Es que, mas allá del repudio o aceptación que cada uno de nosotros sienta por las parejas homosexuales, el hecho real es que existen y van a aumentar en numero, tendremos que convivir con ellas, y nuestros hijos crecerán viéndolas como un elemento mas del paisaje social.

Entonces vayamos haciéndonos a la idea, ya que serán situaciones que, de aquí en adelante se volverán cotidianas, por que, como en la mitología griega, la caja de Pandora ya se abrió, y en ella solo quedó la esperanza de que nuestra sociedad asimile, de la mejor manera posible, este nueva realidad en la que vivimos.

FABIAN VELEZ PEREZ
velezperez@operamail.com


Noviembre 2011

IUS VARIANDI Y CAPACITACIÓN

ENTRE COLUMNAS

IUS VARIANDI Y CAPACITACIÓN

Para ilustración de aquellos que no conozcan el termino que sirve de titulo a esta nota, el ius variandi es la facultad que tiene el empleador o patrón de alterar las condiciones de trabajo en cuanto al modo, lugar, cantidad o tiempo del mismo, en virtud del poder subordinante que ejerce sobre sus trabajadores, siendo ejemplo de ello el cambio de lugar de trabajo o la modificación de la jornada laboral, teniendo en cuenta que "habrá de preservarse el honor, la dignidad, los intereses, los derechos mínimos y la seguridad del trabajador" (Corte Constitucional. Sentencia T-407 del 5 de junio de 1992.)"

Pese a estas limitantes, es constante en nuestro medio, el encontrar empresas que pretenden disponer de los trabajadores como si los contratos laborales fueran una especie de servidumbre medieval, en donde el siervo estaba obligado a satisfacer todo capricho del señor feudal, incluyendo el “derecho de pernada”, que era la posibilidad que en la noche de bodas del siervo, el caballero feudal ocupara el lugar del recién casado.

Pues bien, en la era actual, el abuso del ius variandi por parte de las empresas, se evidencia en la presión constante que los empleadores y sus representantes ejercen sobre los trabajadores, buscando utilizar el tiempo libre de estos para su beneficio, sin tener que pagar por ello.

La legislación moderna ha establecido que todo servicio que el trabajador presta por fuera de su horario habitual de trabajo debe ser remunerado, máxime si ese tiempo se destina a beneficiar los intereses de la empresa; esto así, por que debemos recordar que el trabajador solo tiene la obligación, a cambio del sueldo que recibe, de destinar las 8 horas de trabajo a su empleador, y nada mas

Sin embargo, cuando de horas extras se trata, los empleadores se arropan de cualquier sofisma para no tener que pagar y como ejemplo tenemos frases que son célebremente odiadas por los trabajadores: “es una colaboración con la empresa”; “se está cerrando el mes”, “es una capacitación”.

Lo curioso y particular es que estas frases jamás se usan dentro de la jornada ordinaria, sino que aparecen como por arte de magia cuando el trabajador se dispone a disfrutar de su tiempo libre, y entonces vemos que muchas empresas se inventan reuniones de trabajo a las 7 de la mañana, a la hora del almuerzo o después de 6 de la tarde.

Otras, se inventan los famosos cierres de mes o de semana o de periodo de producción, el cual, no sabemos por qué motivo, no se puede realizar en el horario de trabajo sino, que casualidad, en el tiempo libre del empleado.

Pero la peor de todas, por ser la más insidiosa, es el manido cuento de las capacitaciones.

Al respecto, primero debemos recordar que, por disposición legal, artículo 21 de la Ley 50 de 1990, en las empresas con más de cincuenta trabajadores que laboren cuarenta y ocho horas a la semana, éstos tendrán derecho a que dos horas de dicha jornada, por cuenta del empleador, se dediquen exclusivamente a actividades recreativas, culturales, deportivas o de capacitación.

A la sazón, si dos horas de cada semana, o la acumulación de ellas, están destinadas por ley a actividades, entre las que se cuenta la capacitación, ¿Por qué debe ocuparse el tiempo libre del trabajador para capacitarlo en beneficio de la empresa?

El otro día, estando en una de las cajas de compensación que operan en la ciudad, me encontré con que, siendo las 9 pm, en uno de sus salones se estaba dictando una de esas famosas capacitaciones.

No aguante la curiosidad, y cuando uno de los asistentes salió a tomar un refrigerio, que se me antojó bastante mezquino viendo la hora que era, le pregunte si ese tiempo se los pagaban. La rotunda y molesta respuesta fue que no, pero agregó algo que me hizo reír como loco: “debe ser muy cretino el jefe que crea que a esta hora, sin paga y con hambre, alguien está prestando atención a la conferencia”

Tiene razón ese pobre trabajador, que dijo vivir en el municipio de Soledad, y ya estaba calculando que llegaría a su casa a las 11pm, a preparar un trabajo sobre la cacareada capacitación.

Y es que sumen lo siguiente: el empleado trabajó sus 8 horas, y debe sumársele las 3 horas que llevaba en capacitación, mas una hora mas de trabajo en su casa, lo cual da un total de 12 horas de servicios, de las cuales, un tercio jamás le serán pagadas.

Entonces esa empresa, cuyo nombre omito, pero que irónicamente posee uno que hace referencia a su labor social (mas risas) no solo esta omitiendo cumplir la ley, en lo que al tiempo de capacitación se refiere, sino que además le está ROBANDO a sus empleados, la tercera parte del servicio que le prestan.

Eso no es ejercicio del ius variandi, es simplemente una perversa forma de explotación, en donde al trabajador se le niega su sagrado derecho a disfrutar de su tiempo libre, se le niega el compartir con su familia y lo que es peor, se le convierte en un esclavo feudal, atrapado bajo el disfraz de una supuesta estabilidad laboral, en donde el siervo se ve obligado a ceder hasta su alma, a cambio de un pírrico cheque mensual

FABIAN VELEZ PEREZ
velezperez@operamail.com


junio 2012

HÉROE DE ÉBANO

ENTRE COLUMNAS

HÉROE DE ÉBANO

En la época en que todavía muchos colombianos esperaban que algún día su radio fuera un Philips, las hondas hertzianas nos trajeron la noticia que un hijo del caribe, nacido en un pueblo desconocido para casi todos, había conquistado para Colombia un titulo mundial.

No era la primera vez que nuestros deportistas nos daban una alegría; en esos días, finales de 1972, ya el beisbol había conseguido dos campeonatos mundiales, teníamos medallas olímpicas y nuestros ciclistas ganaban cuanta prueba aficionada había en américa.

Sin embargo, ninguno de esos triunfos se grabó en la mente de todo nuestro pueblo como lo hicieron las victorias que, un árbol de ébano hecho hombre, consiguiera a punta de trompadas por todos los cuadriláteros del mundo.

Su nombre de pila, Antonio Cervantes, tal vez no diga nada, pero su nombre de combate, Pambelé, rememora toda una época de la historia deportiva de Colombia.

Para ese entonces, un televisor era un lujo que muy pocos podían darse, por lo que el radio era aun el centro de la sala familiar, punto de reunión obligado para escuchar las primeras batallas libradas por el nacido en San Basilio de Palenque.

Cuando Pambelé logro ser campeón mundial, la incredulidad que los seguidores del boxeo había sentido por su segundo intento de llegar al titulo, se convirtió en alegría desbordante cuando los narradores del momento, al borde de las lagrimas, nos contaban a través de un micrófono que este gladiador había logrado lo impensable: ser campeón mundial.

Pambelé se convirtió en el paradigma deportivo del momento, una persona del común que lograba salir adelante en una de las profesiones mas duras del mundo, en donde la sangre era sinónimo de victoria o derrota, donde el dolor era aceptado con estoicismo y el hambre era el aliciente que cada día te recordaba que, si no triunfabas, volvería a ser tu indeclinable compañera hasta tu muerte.

La carrera deportiva de Pambelé, que termino anticipadamente fruto del mal manejo de la fama y el dinero, le mostró a todo una generación que el éxito podía ser alcanzado, que había formas de salir adelante, y que si había que sangrar un poco en el camino, pues había que aceptarlo porque de otra forma, volverías a tu olvidado pueblo, a tu barriada miserable, donde vivirías el resto de tu vida tratando de conseguir la comida de cada día.

El hoy miembro del Salón de la Fama del Boxeo mundial, representó el viaje que, hacia la prospera Venezuela Saudita, emprendieron muchos colombianos del caribe, con la esperanza de labrarse un futuro para ellos y sus familias.

Eran lo tiempos en que cruzar hacia el país de los Bolívares era la esperanza financiera para muchos, cuando el sueño americano aun no era objetivo y cuando casi todas las familias de la costa esperaban que llegara diciembre para que los primos que venían del otro lado de la raya, vinieran a compartir el fruto de su éxito.

En ese ambiente social, los puños de Pambelé lo resumían todo: había viajado a Venezuela por necesidad, y a golpes, había logrado que la diosa fortuna lo acompañara, al menos por un tiempo.

Recordar los días en que Pambelé boxeaba, es ver a todo un pueblo alrededor de un radio o un televisor, presenciando un evento que para muchos, eran sus anhelos y deseos vividos a través de ese ídolo, de ese ser humano con el que se identificaban, por que lo sentían cercano, por que lo habían visto, por que lo habían conocido, por que habían recorrido las mismas calles, por que habían estado en los mimos sitios, por que hablaba igual que ellos… por que era uno mas de ellos.

Sus victorias fueron la alegría de todo un pueblo, sus derrotas, el lamento de toda una región y el recuerdo de su epopeya, la esperanza de todos aquellos a los cuales su origen les niega constantemente la entrada a la tierra prometida.

Dos generaciones después, su nombre sigue vigente por que simple y llanamente, muy pocos han logrado lo que él logró, de la forma que lo logro, y en las circunstancias que lo logró, y por qué al fin y al cabo, y en sus palabras, “es mejor ser rico que pobre”

FABIAN VELEZ PEREZ
velezperez@operamail.com

noviembre 2012